fotografía

Aprovechando que hoy es el Día Internacional de la Fotografía, vamos a hablar de este particular uso de la misma. La fotografía terapéutica es un práctica para mejorar la calidad de vida. A través de la fotografía se puede contribuir a la sensación de bienestar de las personas y en los últimos años ha ganado muchos adeptos.

Orígenes de esta terapia

Teniendo en cuenta cómo ha aumentado el uso de la fotografía en los últimos años y los medios a través de los que circulan, parece una buena idea poder aprovecharlas. En esto consiste esta técnica. En utilizar las fotografías para contribuir con la sensación de bienestar de las personas.

Sus orígenes se remontan a los años 80 y su pionera fue Jo Spense. Jo Spense era una fotógrafa británica que utilizó su arte como herramienta de visibilización, representación y curación de procesos personales. Muchas de sus fotografías eran autorretratos que mostraban las marcas de su lucha contra el cáncer de mama.

Pero, ¿En qué consiste realmente la fotografía terapéutica?

Pues bien, a través de la fotografía, con cada disparo trabajamos la voluntad y la toma de decisiones. Por ejemplo, tomamos un montón de decisiones acerca del encuadre o la luminosidad. Además, esas decisiones son casi inconscientes y las hacemos en décimas de segundos.

Es cierto, que el acto de fotografiar implica a nuestras emociones. Cuando fotografiamos algo en un viaje o en un momento es porque es algo que queremos volver a mirar o hacer que ese instante dure para siempre. Por otro lado, hay un riesgo en querer inmortalizar esos momentos o lugares y es que, muchas veces, la atención está más puesta en hacer la foto que en vivir el momento.

De este riesgo, intenta huir la fotografía terapeútica y trata, más bien, de dejar una huella nuestra en cada fotografía. Es decir, realizar una foto que de alguna manera, hable de nosotros. Si las hacemos con toda nuestra consciencia y tratando de expresar nuestros sentimientos, esa foto será terapéutica en el momento de hacerla y después al verla.

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Mas allá de esta característica, también se puede utilizar con problemas y personas específicas. Por ejemplo cuando exista la imposibilidad de comunicarse verbalmente o haya algún trastorno de desarrollo y, a través de la fotografía, se rompan esas barreras. Pero en estos casos, serían los profesionales los que deben utilizar estas terapias.

No obstante, cualquier persona tiene al alcance de su mano poder reconocer el mundo a través de sus imágenes y ver la realidad de mil formas diferentes. También es un gran medio para poder compartir momentos con amigos y personas queridas contándoles lo que significan esas fotografías.

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