Entrevistamos a Miriam, responsable de formación de DYA León y muy implicada en el mundo del voluntariado en nuestra ciudad.

Miriam es licenciada en psicología y graduada en Educación social, actualmente trabaja de orientadora laboral en una organización social y es la responsable del área de formación de DYA León.

¿Cómo se presentaría Miriam ante la gente que no la conoce?

Eso debería decirlo la gente que me conoce. Tengo cosas buenas y cosas malas como todo el mundo, pero algo que valoro mucho de mí misma son mis valores, creo que tengo unos principios fuertes y que intento comportarme de acuerdo a ellos, aunque soy consciente que en esta sociedad a veces esto es muy difícil. Os cuento esto porque creo que tener unos valores fuertes relacionados con la solidaridad, empatía y la igualdad es lo más importante para pertenecer a una entidad social y cambiar un poquito el mundo.

También colaboras con varias ONG´s ¿A qué organizaciones perteneces?

Como decía antes, intento comportarme de acuerdo a mis principios, y estos me dicen que las personas que menos tienen no son las culpables de su situación, precisamente creo que son los que más tienen los culpables. De acuerdo con esto, pienso que estoy en una situación de privilegio, nunca me ha faltado de nada y he tenido oportunidades que otros no tienen, por eso estudié educación social. Era una manera de trabajar en algo donde pueda aportar algo a la sociedad, y sobre todo a los que más vulnerables. Aunque antes estudie psicología para entender nuestro comportamiento. Por todo esto, desde hace muchos años, cuando empecé a tener conciencia de lo que quería y de que valores tenía, empecé a engancharme al voluntariado. He pertenecido a varias organizaciones sociales como voluntaria de diversos ámbitos.  Además, por mis estudios he trabajado en otras tantas. Actualmente, como voluntaria solamente estoy en DYA León.

¿Desde cuándo perteneces a DYA León y cómo surge esa posibilidad?

Pertenezco a DYA desde sus inicios. Como sabéis, muchos de nosotros pertenecíamos a una entidad social y allí nos conocimos. En mi caso, no fue idea mía montar esto, me lo sugirieron Tomás y Jesús. La verdad, no sé si ellos se acuerdan del momento, pero yo sí. Hacía tiempo que no nos veíamos, yo estaba estudiando educación social y aprendiendo y echando un cable en otras organizaciones de jóvenes. Un día, Tomás me llamo porque querían hablar conmigo para proponerme algo. Quedamos a tomar un café con Jesús, y me contaron todo: lo que era DYA, la necesidad de algo así en la ciudad, lo que querían hacer…La verdad que me hizo mucha ilusión que quisieran contar conmigo para algo así y no me lo pensé dos veces. Poco después se formó DYA León, recuerdo firmar los estatutos en la casa de uno de nosotros porque todavía no teníamos sede. Ese día volví a ver a muchas personas que hacía mucho que no veía, y nos veíamos con la ilusión de formar algo nuevo que pudiera cambiar el mundo de algunas personas. Recordándolo se me ponen los pelos de punta, y agradezco la oportunidad y la confianza que depositaron en mi para formar parte de esto desde el principio, creo que es muy bonito recordar el principio y ver cómo hemos crecido.

¿Cuál es tu función como responsable de formación?

La formación es muy importante dentro la organización, el hecho de que todos seamos voluntarios implica que cada uno tiene su profesión y su historia detrás, pero que no cobremos un salario por el trabajo que hacemos no significa que no sea profesional. Por eso, es indispensable formar a los voluntarios en aquellos contenidos necesarios para la realización del trabajo en DYA León. Mi función es establecer unos itinerarios formativos dentro de la organización para profesionalizar el voluntariado, y luego gestionar y planificar todo lo que las formaciones conllevan.

Por otro lado, la formación externa también es importante, ahora mismo estamos formando en primeros auxilios en los colegios, y otras organizaciones y entidades que nos lo solicitan. Entre más personas sepan cómo actuar en caso de accidente, más probabilidades de supervivencia. En este caso, mis funciones van más hacía la organización y planificación con el centro en cuestión y la gestión del grupo de voluntarios.

¿Es importante tener una formación de calidad para dar un voluntariado de calidad?

Por su puesto, como decía en la pregunta anterior, que seamos voluntarios no significa que no debamos hacer una actuación de calidad. Además, contamos con profesionales voluntarios de varias disciplinas: enfermería, TES, educación social, psicología, prevención de riesgos laborales…

Háblanos de “DYA va al Cole”

Dya va al cole es un proyecto que acerca el voluntariado y los primeros auxilios a los más peques. Vamos a los coles y les enseñamos qué hacer en caso de accidente y practican su primera RCP. En muchas ocasiones acudimos con la DGT, y además de esto, aprenden educación vial y luego practican sus conocimientos en un circuito. Es una actividad muy completa, ya que son capaces de prevenir un accidente, y si finalmente se da, saben qué hacer. Vamos con todas las edades, desde los más peques de infantil que les contamos un cuento y les cantamos una canción, hasta lo más mayores. Es una actividad muy chula, que está teniendo mucho éxito, cada vez son más los coles que nos piden que vayamos.

¿Qué más actividades de formación realizáis?

Estamos teniendo contactos con varias entidades sociales para acercar los primeros auxilios a los más vulnerables y que podamos formar una red social donde todos aportemos nuestro granito de arena. Hemos firmado ya algún convenio de colaboración, y tenemos en mente algún otro.

¿Cuál sería el proyecto ideal que le encantaría desarrollar en DYA León?

Pues lo tengo bastante claro, creo que la educación es la base del desarrollo de una sociedad. Me encantaría que DYA León tuviera una escuela de formación donde se hicieran llegar oportunidades a los que no las tienen. No solo formación especializada en primeros auxilios, si no, centrarnos en aquellas necesidades de la población como las nuevas tecnologías, la igualdad de género, o la búsqueda de empleo.

¿Son suficientes los recursos actuales para dar una buena formación a los voluntarios?

Si y no. Creo que se está dando una formación de calidad a nuestros voluntarios, pero es cierto que no tenemos aulas donde desarrollarlos, o nos falta algún recurso material que daría algún punto más.

¿Qué les dirías a esas personas que nunca han hecho voluntariado para que se den la oportunidad de entrar en ese mundo?

Que prueben, solo con probar les va a entrar el gusanillo. Pueden ir a la plataforma de voluntariado, de donde nosotros formamos una pequeña parte, allí les explicaran todas las organizaciones que estamos en red y pueden formar parte de la que más se adecue a ellos. No tienen porqué saber, simplemente tener ganas. Y que no tengan miedo, se les va a tratar genial y van a conocer a personas estupendas. El voluntariado te puede cambiar la vida, es verdad que yo a mi pareja la conocía antes de entrar a formar parte del voluntariado, pero hacer voluntariado juntos nos unió tanto que llevamos 11 años juntos. Conozco más parejas que se han formado dentro de las organizaciones, pero, no solo este tipo de amor, sobre todo la amistad. Yo tengo amigos dentro de la organización, con los que ahora practicamos deportes de aventura. Nunca había tenido este hobbie, y ellos me hicieron ver lo bonito de la montaña. Ahora voy a entrenar en escalada, hago barranquismo, vías ferratas, etc.

Voluntarios en una formación

¿Un mensaje a la sociedad para tener una sociedad mejor?

Desterrar el odio y la envidia, cada uno es como es, y lo es por su historia de vida. No podemos juzgar a alguien sin conocer su historia. Estamos todo el día quejándonos de los demás, que si cobran una prestación y no trabajan, que si como vienen de otro país vienen a robar, que si por ser de tal cultura eres de una determinada manera… ¿Y tú qué haces?, quizás no sepan que esa persona se quedó sin trabajo porque la empresa donde llevaba toda su vida quebró y ahora no le contratan porque es mayor, o que tiene que cuidar a sus hijos porque su pareja se ha ido, o que tiene que cuidar a su madre con Alzheimer y no tiene dinero para dejarla con nadie, o que en el país de donde viene su hermana murió por trabajar en las minas explotadas por nuestro país y no tener dinero para pagarse el tratamiento, o que su país es tan pobre que los niños piden comida en la calle a turistas como nosotros…

Si intentáramos entender y ayudar a los demás, aunque eso suponga dar algo nuestro, el mundo sería mucho más justo. Tenemos que ver que nosotros somos unos privilegiados por nacer donde hemos nacido, es cuestión de suerte, ¿Qué pasaría si hubieras nacido en otro país, o en otra familia?

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