Por tu vida pasaran muchas clases de personas
Por tu vida pasarán personas que recordarás siempre. A otras las olvidarás con la facilidad de quien olvida sacar la basura. Unas llegarán para quedarse eternamente, ya sea en persona o en forma de recuerdo. Algunas no venía con la intención de quedarse y a la mínima oportunidad huyeron llevándose todo por delante. Otras, no sabrás ni que están ahí. Son silenciosas y se esconden, pero su presencia siempre es una fuente inagotable de calma.
A mí me gustan las personas que vienen a seguir tus pasos porque, aunque parezca que les estás enseñando a vivir, son ellas las que te dan las mayores lecciones de vida. Desde su inocencia, saben comprender la vida mejor que nadie. No se preocupan por problemas de los cuáles no tienen la solución, ni por las cosas que no merecen la pena. Saben interpretar como nadie los sentimientos y estado de ánimo de los demás. Saben hacerme reír cuando más lo necesito. Viven el presente con la intensidad que supone el no necesitar nada más. Su ilusión por las cosas es contagiosa y te trasladan continuamente a momentos felices, haciendo que mantenga viva mi niña interior.
Esas personas son mis hijas.
Déjate inundar de la alegría de los niños que tienes alrededor y, si no los tienes, alimenta tu niño interior, pues ellos son los que mejor saben entender de qué va esto de vivir.
