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Amaxofobia, ¿qué es?

El término Amaxofobia hace referencia a la respuesta de intenso temor e incapacidad que experimentan algunas personas al conducir solas un vehículo o simplemente al pensar que tienen que hacerlo. En la mayoría de las ocasiones se inicia con una crisis de ansiedad aguda, incluso con un ataque de pánico en el momento en que estamos conduciendo. La intensa sensación de falta de control que provoca, la cual viene acompañada de pensamientos negativos catastrofistas, produce un gran impacto emocional y un fuerte temor a que esta crisis se repita, o que pueda llegar a producirse un accidente de tráfico. A menudo los afectados ven minada su autoestima, lo que incrementa la ansiedad, el miedo a conducir y la inseguridad.

Antes de llegar a este punto, las personas tienen pensamientos del tipo:”¿Por qué los demás si pueden y yo no?”. Por desgracia, estas preguntas derivan en afirmaciones descalificativas hacia nosotros mismos “Soy inferior, soy peor que los demás”.

Volver a conducir por lugares o vías que nos recuerden a aquella en la que se experimentó la primera crisis, hace que reaccionemos con gran inquietud y malestar, transfiriéndose progresivamente a otras situaciones del tráfico, sintiendo cada vez más la incapacidad para soportar su ansiedad. Ante esta experiencia suelen darse dos maneras de responder:

  1. Restricción de las vías por las que circulan.
  2. Abandono de la conducción (de forma progresiva o de modo radical).

¿A quién afecta la Amaxofobia?

Según la web www.conducesinmiedo.com, la cual realizo un estudio con 2000 cuestionarios, el miedo a conducir es mucho más frecuente en mujeres (87%) que en hombres (13%). La edad media de aparición del trastorno, también varía en cada sexo, 34 años en mujeres y 37 en hombres (Si bien la dispersión de la muestra es elevada). Atendiendo al momento en que aparece el trastorno, los afectados se agrupan en tres categorías:

  • Conductores con menos de dos años de experiencia

La mayoría de los conductores experimentan estrés ante el tráfico las primeras veces que conducen. Pero de entre todos ellos, alrededor de un 3% no son capaces de soportar esta ansiedad y abandonan la conducción. Derivando esta ansiedad a un estado de frustración, en la cual, se sienten incompetentes por no haber logrado conducir.

  • Conductores habituales con experiencia

Este grupo de conductores, manifiesta que tras cinco años o más disfrutando de la conducción como una acción cotidiana, comienzan a sufrir episodios de ansiedad. Autopistas y autovías suelen ser las principales vías en las que se manifiestan los síntomas. Las crisis de ansiedad de este colectivo, suelen coincidir con periodos de estrés laboral o personal.

  • Conductores que han sufrido una experiencia traumática

La amaxofobia se desarrolla después de sufrir un accidente de tráfico, personalmente o de alguna persona allegada. El volver a encontrarse con una situación parecida a aquella en la que sufrió el accidente, activa una respuesta condicionada de ansiedad, de forma tan rápida e inmediata, que apenas son conscientes del estímulo que la ha desencadenado. Sin embargo, es difícil estimar el número de personas que en España conviven con esta fobia por la carencia de estudios sobre la población general. La encuesta realizada por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial publicada en el año 2005, estimaba que un 30% de conductores podían experimentar cierto miedo a conducir, aunque tan solo un 12% de estos, presentaban limitaciones en el uso del automóvil.

De los resultados de esta encuesta y de los obtenidos a través de la web “Miedo a Conducir” se estima que aproximadamente 150.000 personas en España pueden estar severamente afectadas.

Síntomas de la amaxofobia

Algunos de los síntomas más habituales de las personas que sufren miedo irracional a conducir son vértigos, mareos, ansiedad, sudores, pánico y depresión. Por consiguiente, podemos diferenciar tres tipologías distintas de síntomas:

  • Síntomas cognitivos

Pensamientos negativos, preocupación, inseguridad, dificultad para concentrarse, anticipación a un posible riesgo y sensación de peligro inminente

  • Síntomas observables

Es habitual que notemos nerviosas, realizando movimientos torpes y desorganizados a las personas con miedo a conducir. Además, evitarán conducir un vehículo siempre que puedan.

  • Síntomas fisiológicos

Fisiológicamente los síntomas pueden ser tener el pulso acelerado, sensación de ahogo, opresión en el pecho o estómago, tensión muscular y temblores derivados de la ansiedad que les produce conducir.

¿Qué factores predisponen a la amaxofobia?

  • Un estilo de pensamiento rígido, perfeccionista y controlador que les dificulta adaptarse a la situación.
  • Un conjunto de creencias, expectativas y actitudes sobre el tráfico que influyen en la manera de percibirlo como una amenaza.
  • Una selección errónea de los estímulos relevantes para tomar una decisión adaptada a la exigencia de la situación.

Se cree que la alta frecuencia de una baja autoestima, ansiedad, fobia social, estrés negativo y la agorafobia son factores de riesgo para la gente afectada por el miedo a conducir sola. Todos ellos consideran su capacidad para afrontar las dificultades del tráfico insuficiente. La sensación de amenaza provoca una ansiedad creciente y una búsqueda activa de peligros, tanto en la vía, como los que los otros conductores pueden representar. Mantener este estado de alerta continua desemboca en una intensa ansiedad que solo es resuelta por una respuesta de escape. El reforzamiento negativo de la conducta termina instaurando la fobia en el afectado.

La amaxofobia y los accidentes de tráfico

Aunque no es un factor determinante, una persona que ha sufrido un accidente de tráfico, es más propensa a desarrollar amaxofobia. También podría sentir miedo a conducir después de haber presenciado un accidente o por conocer a alguien cercano que lo ha vivido. En estos casos el miedo a conducir se produce después de haber experimentado una situación traumática y de mucho estrés para la persona. Siempre dependerá de la gravedad del accidente sufrido o presenciado y de la actitud con la que afronte la situación. Sea como fuere, desde la Fundación AVATA podemos asegurar que todo el mundo puede volver a ser y sentirse capaz de conducir. En estos casos es muy importante contar con un buen apoyo psicológico acudiendo a terapia profesional. Incluso, puede ser recomendable que la persona vuelva a acudir a la autoescuela para refrescar la práctica y vuelva a sentirse seguro al volante.

Lo más importante es dar el primer paso. Si te has interesado por querer superar tu miedo ya has dado el paso más complicado. Con un poco de esfuerzo y constancia podrás volver a recuperar la seguridad en ti mismo y en menos de lo que crees, ¡volverás a conducir con normalidad!

¿Cómo superar el miedo a conducir?

Se debe abordar el tratamiento de este trastorno modificando las ideas y pensamientos erróneos que posea el afectado sobre sí mismo, así como sobre el tráfico, y descondicionar la respuesta de huida ante la diversidad de situaciones del tráfico. Para poder conseguir este primer objetivo, la utilización de técnicas de reconstrucción cognitiva son fundamentales. Pero tan sólo con esta estrategia no se logra suprimir el fuerte condicionamiento emocional asociado al miedo de una persona que padece amaxofobia para conducir sola. Por ello, se usan las técnicas de exposición en vivo, de una manera progresiva y guiada. Esta exposición en vivo permite desarrollar experiencias directas de afrontamiento que ayudan a…

  • Refutar las expectativas negativas con pruebas de realidad.
  • Desarrollar autocontrol emocional en la situación problema.
  • Mejorar las habilidades psicomotrices propias del manejo de vehículos.
  • Aumentar los recuerdos positivos sobre la capacidad de conducir

Ahora ya sabes lo que es la amaxofobia, y cuales son sus síntomas. Debemos estar muy atentos, para detectarla lo antes posible y así poder enfrentarnos a ella. Puede que en tu entorno haya alguien que sufra amaxofobia y aun no lo sepa, por ello, ayúdanos a que más personas estén informadas compartiendo este post.

Me gustaría hablar con un profesional

Ejercicios para superar la amaxofobia

Como decíamos, la forma más acertada para hacer frente a la amaxofobia es pedir ayuda profesional por parte de psicólogos especializados en la materia. Sin embargo, hay ciertos ejercicios que podrían ayudar a disminuir la ansiedad y el miedo a conducir.

  • Analizar las excusas para no conducir

A veces, la mejor manera de frenar un miedo es hacernos un autoanálisis y preguntarnos a nosotros mismos el porqué de dicho miedo. En este caso, puedes analizar las “excusas” que te pones a ti mismo/a para evitar conducir como por ejemplo: “Me ha ido bien sin conducir, ¿para qué arriesgarme?” “Nunca conseguiré superar el miedo, es mejor así” “No todo se me puede dar bien” Este tipo de afirmaciones no hacen otra cosa que aumentar el miedo a conducir y solo sirven para mentirnos a nosotros mismos acerca del trastorno que sufrimos.

  • Mindfulness

Gracias al mindfulness podrás identificar los pensamientos negativos que te dices a ti mismo y te harás más fuerte que ellos, hasta el punto de que no tengan poder sobre ti.

  • Evita las comparaciones

Compararte con otros conductores no hará más que aumentar tu frustración, lo que derivará en un mayor rechazo a conducir por no tener la confianza suficiente en uno mismo.

Tener miedo a conducir no te hace inferior frente a los demás. Tener miedo es humano y completamente normal.

  • Conduce

Ningún manual o artículo hará que dejes de tener miedo a conducir. La única manera de superar tus miedos es enfrentarte a ellos y en este caso debes conducir. Al principio, podrás comenzar acompañado por personas de confianza que conozcan tu situación y te hagan sentir seguro. Como decíamos, es muy buena idea acudir a la autoescuela para realizar clases de reciclaje y volver a practicar poco a poco.

Psicólogo Amaxofobia

Desde la Fundación AVATA ofrecemos atención psicológica de la mano de los mejores profesionales. Somos expertos en todos los aspectos relacionados con los accidentes de tráfico: desde el asesoramiento jurídico hasta la rehabilitación de la víctima. Si sufres de amaxafobia puedes seguir los consejos relatados en este post y si además quieres contar con la ayuda de un profesional puedes contactar con nosotros sin compromiso.

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