Durante la infancia es necesario trabajar la inteligencia emocional para encaminar a los niños y niñas hacia una gestión adecuada de sus emociones. Podemos utilizar como apoyo una serie de recursos para que esa gestión sea efectiva. Uno de estos recursos es El Botiquín Emocional.
El botiquín emocional, un recurso para gestionar emociones
En este caso, es muy útil para “curar” las emociones. Nos ayuda a sentirnos mucho mejor. Se puede crear con los niños/as de forma casera. Está elaborado con una lata de perfumes y diferentes elementos que se explican en cada una de las imágenes.
El botiquín está compuesto por; tiritas emocionales, pañuelos recogelágrimas, gasas abrazadoras, pompas autocontrol, pelota antiestrés, spray antimonstruos y pluma acariciadora.
Las tiritas emocionales se ponen cuando el niño/a siente e identifica una emoción, se la coloca en su piel y le damos un tiempo para que poco a poco esa emoción vaya desapareciendo, volviendo progresivamente a la calma.
El spray antimonstruos o antimiedo es un difusor que contiene agua con colonia o aceites esenciales y una etiqueta donde se indica que está creado por hadas mágicas. Se echará cuando el niño/a sienta miedo o angustia. Es muy útil para evitar pesadillas y tener lindos sueños.
Las gasas abrazadoras tienen que ser muy largas y sirven para dar un abrazo colectivo al niño/a que se sienta tristeza.
Las toallitas recogelágrimas son varios pañuelos para recoger las lágrimas de tristeza que tenemos la suerte de que compartan con nosotros.
La pelota antiestrés canaliza la agresividad cuando se siente rabia o miedo realizando prensiones con las manos.
La pluma acariciadora sirve para acariciar al niño/a afectado (siempre con su permiso), éste cerrará sus ojitos y otra persona acariciará su cara con la pluma.
Las pompas autocontrol, nos ayudan a gestionar nuestras emociones a través de la respiración y el soplo.
El Botiquín emocional es uno de los muchos recursos que podemos llevar a cabo con nuestros hijos/as o alumnos/as. Sin embargo, el primer paso para trabajar la inteligencia emocional es el reconocimiento y la validación de sus emociones, siendo todas ellas válidas. Una vez los niños/as conozcan, validen e identifiquen sus emociones en sí mismos y en los demás, podemos empezar a utilizar este tipo de recursos para que sean efectivos.
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ERIKA NAVARRO VEGA
MAESTRA DE INFANTIL Y PRIMARIA
EXPERTA EN INTELIGENCIA EMOCIONAL