Ser enfermera es algo vocacional, algo más que una profesión

Cuidar a una persona, es amor; cuidar a muchos es enfermería. Cuando tienes la vocación de ser enfermera, simplemente ocurre. Es algo que sale de tí tan natural y, en cierto modo, sientes obligación de prestar ayuda a la gente que lo necesita. Ayuda y también atención. Escuchar a los pacientes es crucial para determinar la manera de cuidar de ellos.

Tu centro de trabajo se convierte en ese sitio donde creas lazos de unión con tus compañeros, que los conoces como si fueran familia. El hospital es ese sitio donde pasas horas y horas con lo que llamamos “pijama”. Un uniforme que, en nuestro caso, nos sirve tanto para el dia como para la noche.

Cuando eres enferemera el centro laboral pasa a ser el lugar donde te acostumbras a estar tanto a estar entre luces fluorescentes de diversas intensidades como a pasar horas sin ver la luz del sol.

Da igual el dia de la semana, las fiestas. Nos adaptamos a todos los turnos y a todas las plantas, servicios y centros. Y lo hacemos siempre con la sonrisa bien puesta y con la satisfacción de haber ayudado y de haber hecho un buen trabajo. 

Sigue leyendo este artículo de Isabel Llorca en ActualidadSocial.es y descubre por qué ser enfermera es sinónimo de vocación.

Ser enfermera es sinónimo de vocación

Para ser enferemera, para que todo eso ocurra, tiene que gustarte tú profesión. Más que un empleo, es una vocación. Es algo que siempre se tiene, acompañado sobre todo de mucha paciencia y escucha activa. 

Muchas veces, todo esto se vuelve complicado cuando uno de tus pacientes presenta patologías graves. En ese momento, intentas mantener la calma y continuar tu turno con normalidad. Al fin y al cabo, debes atendier al resto de pacientes. Sin embargo, es difícil no estar pensando constantemente en el paciente de peor estado. 

Tambien es cierto que la satisfacción que sientes cuando un paciente se recupera y se cura gracias a tus cuidados es inconmensurable. Sobretodo cuando te lo agradecen con una sonrisa. Todo ese sentimiento de gratitud, la sensación de haber hecho las cosas bien, es lo que te llena. Lo que hace que pienses que has elegido la profesión más bonita del mundo es ese alto grado de satisfacción.

Por todo eso, elegimos ayudar a los demás, tanto en los momentos criticos, como en los casos más leves. Lo que siempre hacemos es acompañar, hacer que el paciente nunca se sienta solo.

Asi que… ¿por qué ser enfermera? Pregunta compleja de fácil respuesta.

¿Por qué nos hacemos enfermeras?

Nos hacemos enfermeras porque tenemos vocación. Vocación de curar y aliviar, de cuidar y acompañar. Ser enfermera es dar amor, sonrisas, cariño. Algo muy grande que hacemos a cambio, simplemente, de un “gracias” de nuestros pacientes.

Cuando eres enfermera, sabes que cada día tocarás una vida y que una vida tocará la tuya.

Presidenta de la Asociación Amunt Contra el Cáncer | + posts

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