La organización Activos y Felices trabaja a lo largo de todo el año en la defensa de los mayores desde dos áreas, promoción, divulgación y sensibilización de la importancia del mayor en la sociedad y por otro lado promoviendo las ventajas del cuidado a través de conferencias y talleres potenciando el envejecimiento activo, así como luchando contra la brecha digital.
La Asociación Activos y Felices de León se suma este 15 de junio al Día Mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez con su campaña ‘Nuestros mayores, Patrimonio de la Humanidad’. Y subrayan que ese problema social «debe ocupar y ocupa un lugar primordial entre los temas a comunicar, informar, denunciar e investigar».
No es solo un día
Activos y Felices trabaja todo el año en la defensa de los mayores con promoción, divulgación y sensibilización de su importancia en la sociedad.
La organización recuerda que hace seis años puso en marcha el programa ‘Te acompañamos’. Un grupo de voluntarios atiende a las personas que viven solas con el objetivo de ser acompañados no solo en actividades como una visita médica sino en su hogar, para leer o hacer ejercicio, con el objetivo de «darles un poco de vitalidad y alegría intentando combatir el mayor mal de la actualidad en las personas mayores; la soledad» También recuerdan que sigue funcionando el teléfono de atención continuada puesto en marcha durante la pandemia, el 987 100 812.
La situación de los mayores
Entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60 años o más aumentará en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones. Superando en número a la juventud a nivel mundial, y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo, y requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
Hay pocos estudios en relación con las estadísticas relativas a malos tratos a la gente mayor, y casi todos son relativamente recientes y presentan datos muy variables. El maltrato es una realidad poco conocida y pocos casos llegan a la denuncia; por lo tanto, no se conoce el número real de afectados. Los casos son estimatorios, ya que se basan en personas atendidas en servicios sociales o casos hospitalizados. Los estudios sobre la sospecha –sin confirmación– obtienen prevalencias de un 12% de la población de personas mayores afectadas. Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.
Detectar y resolver
Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de las personas mayores tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Por ejemplo, en algunas sociedades tradicionales se obliga a las viudas de edad a casarse de nuevo, mientras que en otras las mujeres mayores que viven solas son acusadas de practicar la brujería.
Desde una perspectiva sanitaria y social, si los sectores de atención primaria de salud y los servicios sociales no están bien preparados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.