Adopta Un Abuelo es un programa intergeneracional de compañía para la tercera edad
que nace con el objetivo de que nuestros mayores se sientan escuchados,
acompañados y queridos mientras que los jóvenes aprenden valores y experiencias
durante las visitas.
El programa nace en la provincia de Ciudad Real a raíz de una experiencia personal de
su fundador, Alberto Cabanes, que en el año 2013 conoce a Bernardo un viudo de 86
años, sin descendencia y que anhelaba tener un nieto. Alberto decidió “adoptarlo” y
extender esta experiencia a muchos otros jóvenes. Comenzó con Verónica (26 años)
que adoptó a Rosario (94). La experiencia fue tan buena que en 2014 se constituye
legalmente Adopta un Abuelo.
Hoy día, el proyecto se ha consolidado como una empresa social solvente: en los dos
últimos años la start up consiguió una financiación superior al millón de euros, y ya es
una iniciativa sostenible económica y socialmente.
Desde enero de 2015, momento en que se firma el primer acuerdo de colaboración con
el Grupo ORPEA, son numerosos los centros residenciales que se han sumado a la
iniciativa. A comienzos de 2020 el proyecto llega a 112 residencias gracias a los
acuerdos alcanzados con los grupos Amavir, Albertia, Caser, Vitalia Home, así como
con administraciones autonómicas, como la Comunidad de Madrid y ayuntamientos,
como el del Puerto de Santa María (Cádiz), Ciudad Real, Monzón (Zaragoza) o el de
Madrid, para colaborar en sus residencias públicas. A ello añadir muchas otras
residencias privadas que han decidido sumarse a la iniciativa.
Con la nueva situación generada por la crisis del coronavirus, Adopta Un Abuelo ha
mantenido su voluntad de servicio a los mayores, lanzando varios programas de
acompañamiento telefónico. En marzo de 2020 se puso en marcha, en colaboración con
el Ayuntamiento de Madrid, el programa Minutos en Compañía, que ha prestado más
de 100.000 minutos de compañía a los mayores de toda España. En abril, la empresa
social se ha marcado como objetivo la adopción telemática de más de 2.500 mayores.
A través de esta nueva iniciativa de acompañamiento telefónico, Adopta Un Abuelo
quiere seguir conectando generaciones en estas circunstancias excepcionales debido a
la crisis del coronavirus en España.
El éxito de Adopta Un Abuelo se asienta sobre el compromiso de los jóvenes que
deciden participar en el programa, así como en la implicación de residencias y, por
supuesto, de los mayores de formar parte de este proyecto.
El equipo liderado por Alberto Cabanes, fundador y presidente de Adopta Un Abuelo se
apoya en 14 profesionales y una treintena de embajadores que son los encargados de
coordinar y liderar el proyecto en cada ciudad.
Los embajadores son los encargados de implantar el programa en sus ciudades. Su
selección se cuida al detalle, después de superar diversos test y pruebas de idoneidad
pues ellos serán la extensión del proyecto en sus ciudades y quienes se encargan de
liderar a su equipo de jóvenes participantes.
La ilusión que mueve a Adopta Un Abuelo es la de socializar con los mayores con
instrumentos tan sencillos como son el cariño y la compañía para que se sientan
acompañados y queridos. Cada mayor es acompañado una vez por semana durante
nueve meses por dos jóvenes, lo que permite que las conversaciones sean más fluidas
y se genere un vínculo afectivo a largo plazo, además de para no crear dependencia
emocional del mayor a uno solo. Hasta que se puedan retomar las visitas presenciales,
el programa está impulsando el acompañamiento telefónico, para que los mayores se
sigan sintiendo cerca de sus nietos adoptivos.
El proceso de selección de los participantes – entre 16 y 49 años – también es muy
minucioso. De todas las candidaturas, solo entre el 5% y el 10% terminan por
acompañar a nuestros mayores. El 70% son universitarios y de ellos la gran mayoría,
casi el 85%, son chicas. En cuanto a los mayores que pueden formar parte del proyecto,
se toma en cuenta su grado de deterioro cognitivo, falta de socialización y grado de
dependencia.
Adopta Un Abuelo conecta generaciones a través del acompañamiento recurrente, y su
objetivo es el de conseguir que nuestros mayores se sientan acompañados y
escuchados, mientras que los jóvenes aprenden valores y experiencias durante las
visitas, aprovechando la gran sabiduría que transmiten nuestros mayores. El programa
no solo pretende acompañarlos, sino también resaltar la figura de los abuelos y abuelas,
grandes maestros.
El proyecto incrementa la sociabilización de los mayores y combate su exclusión social.
Además, proyectos como éste crean un vínculo fuerte entre los jóvenes y el trabajo, lo
que reporta unos grandes índices de fidelización: Aunque el compromiso es por un curso
escolar, la mayoría de los jóvenes que participan deciden mantenerse en el proyecto.
Adopta un Abuelo realiza estudios periódicos para evaluar el impacto social del
proyecto.
El último realizado (abril de 2018) indica que la actividad tiene una repercusión muy positiva en la salud de las personas mayores que participan en el programa. Cada seis meses se realiza un test para comparar el estado inicial (antes de comenzar el programa) y evaluar el impacto que tiene el programa en el desarrollo del abuelo.
El último estudio realizado revela también que la participación en el programa mejora el nivel emocional y conductual de los abuelos.
El nivel conductual de los abuelos aumenta un 10% su puntuación después de participar en el programa de Adopta un Abuelo.
Se aprecian mejoras en casi todas las conductas medidas, especialmente a la hora de “compartir su vida” así como al “demostrar compromiso” o “manifestar conductas de
agradecimiento”.
El nivel emocional de los abuelos aumenta un 16%.
Además, la agilidad y la rapidez mental, es el aspecto que mayor incremento tiene,
seguido de la “muestra de atención y concentración”.
Con respecto a los profesionales, al analizar las percepciones de los cuidadores sobre
la evolución de los mayores tras participar en el programa, destacan la mejoría y la
aportación positiva a la evolución del abuelo.
Adopta Un Abuelo ha recibido más de 20 premios en Innovación Social de
instituciones como Deloitte o el Banco Europeo de Inversiones
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