El “piloto automático” a la hora de conducir no es la mejor ocurrencia. Se pierden infinidad de detalles importantes para la seguridad y se corren más riesgos de sufrir accidentes. Repasamos pues algunos de los hábitos aconsejables al volante con el fin de no perder la concentración. Inicialmente, los considerarás poco interesantes pero, si los llevas a cabo aumentarás las condiciones de seguridad de tu conducción.
El circuito diario para ir al trabajo… ¡Cámbialo!
La mayoría tenemos un trayecto diario establecido, y por ello es conveniente cambiar el recorrido de vez en cuando. Si cada día realizamos el mismo trayecto la monotonía hará que disminuya la atención. Si modificas ligeramente le recorrido de forma constante centrarás más tu atención en la carretera.
Vigila la posición de las manos al volante
Apoyar las manos en el volante para que “descansen” las muñecas no es buena idea. Recuerda como te enseñaron a coger el volante en la autoescuela y por tanto, coge el volante por los laterales en una posición bastante elevada. Así podrás maniobrar de forma más natural, y sin soltar el volante.
Mira con más metros adelante
Tendemos a llevar la mirada siempre al mismo punto de distancia por los hábitos que adquirimos al conducir. Es aconsejable aumentar el campo de profundidad de la mirada al volante, de esta forma te estarás anticipando a posibles riesgos que pueden aparecer en la carretera.
Utiliza los retrovisores con más frecuencia
Con frecuencia nos olvidamos que, los laterales y los kilómetros recorridos ya no representan riesgos y por eso, la tendencia a revisar la circulación a través los retrovisores es mínima. Si aumentas las revisiones a los espejos retrovisores tu conducción será más segura y también representará menos riesgos para los demás.
Es conveniente vigilar todo lo que tenemos alrededor y también controlar el famoso punto ciego que todos los retrovisores nos dejan en algún momento.
Ojo al cambio, aunque este sea automático
Cuanto mayor nivel de interacción se desarrolle con el vehículo más atento estarás a una conducción adecuada. Revisar las marchas porque es más difícil distraerse si facilitas al coche la marcha que requiere en cada circunstancia y así tu coche y tu viajaréis mejor.
Orden al volante
Un coche ordenado y limpio ayuda a desarrollar una conducción óptima que permitirá concentrar la atención solo en la conducción. Por no hablar de grandes objetos que podrían alterar la estabilidad del vehículo. Intenta que tu coche sea ese espacio sagrado de la seguridad en carretera.
Feliz viaje.