María Prieto San Francisco tiene 46 años. En noviembre de 2020 le diagnosticaron cáncer de mama y en junio de 2022 su oncóloga le comunicó que la metástasis se le había extendido en el cerebelo.

Asegura estar “a tope de power” y dispuesta a afrontar la enfermedad con todas sus fuerzas para vencerla. En su tiempo libre, entre otras muchas cosas, le encanta pintar. Tiene un proyecto muy bonito y es que, el seis de febrero, María realizó su primera exposición, “Lo esencial” con la temática del libro “El Principito”.

¿Cómo ha sido tu vida desde 2020?

Me diagnosticaron cáncer de mama en noviembre de 2020. Al principio te pones tan nervioso que yo me puse a “curarme”. La quimioterapia al final te arregla las cosas que están débiles, pero tiene la capacidad de atacar a las que están bien. Entonces es una lucha perpetua. Al principio estaba toda feliz, guapa y contenta y resulta que me dio una metástasis en el cerebelo. Me pasé casi un mes y medio allí ingresada. No me podía mover ni nada y claro, cuando he salido, pues me he venido arriba con las ganas de decir: ¿dónde he dejado mi vida? Solo tenía ganas de cocinar y de hacer manualidades. Yo en Navidad siempre hago manualidades para la gente y ahora me he puesto a lo loco a hacerlas.

¿Cómo surgió la idea de exponer lienzos?

Yo soy técnico en artes plásticas, mi especialidad es textil, pero me fui a trabajar a Alzheimer León. Al salir tan debilitada del hospital me decidí auto curar haciendo terapias de color. La dije a mi amiga: ¿y si hacemos una exposición y lo que recaudemos lo donamos al cáncer? Y, como venía el día de los enamorados, pues pensamos “pon un principito en tu vida”. Entonces pusimos una exposición, que encima está siendo muy bien acogida. De principitos haciendo cada uno su cosa. Al principio muy temático con el libro, muy riguroso, y luego plasmando diferentes composiciones, siempre con el principito como protagonista.

¿Los fondos que recaudas son para destinarlos a la investigación de la enfermedad?

Estamos haciendo una continuación de cuadros porque es para recaudar fondos para la Asociación Española contra el Cáncer y luego dimos otros 300 euros a ALMOM, esta segunda asociación es muy guay. Cuando te diagnostican el cáncer la tienen catalogada como común, no como lo grave que es. Evidentemente, hay muchos estadios, pero es muy complicado. Esta Asociación se dedica, precisamente, a proporcionar masajes si alguna paciente lo necesita, ya que los efectos secundarios son horrorosos, mostrando síntomas y cosas que no salen por la tele. Ellas se ocupan de estas pequeñas cosas y me parece una idea fantástica. A mí me viene estupendo porque me estimula los hormigueos de las manos, la espalda y todo. A nivel celular, que te pueda seguir estimulando toda tu creatividad es muy bueno para curar. El no, ya lo tenemos, entonces hay que ir a por el sí. La primera exposición fue el 6 de febrero. Más o menos si recaudo 400 euros yo les doy 300 y yo me quedo con 100 para seguir reponiendo los lienzos. Estamos súper contentos. Porque como dice la fábula del colibrí “dónde vas a apagar el fuego con tu pico si en tu pico no entra nada” pues yo hago lo que puedo. Cada pequeño detalle cuando te pasan estas cosas se agradece el triple.

¿Qué consejo darías a alguien que este pasando por lo mismo que tú?

Yo soy muy positiva y saco partido hasta de lo malo. Hay que hacer cosas que te gusten, estimularte y demás, porque como estés esperando a que vengan de fuera está complicado. Me consta que el Ayuntamiento tenía o tiene algún aula de manualidades y de restauración en la que dan clases. La gente tiene que apuntarse a clases de pintura, algo que les guste, pero lo que no puedes hacer es meterte de lleno pensando en que te vas a morir. De todas formas, depende mucho de las generaciones y del miedo, pero hay que hacer cosas para que no se meta el miedo en el cuerpo. Y decidir que eres tú la que cambia la situación, parece que el universo se configura de tal manera que hasta las películas de repente cuando te diagnostican la enfermedad, todas hablan sobre el cáncer.

¿Crees que se da la suficiente visibilidad a la enfermedad?

Date cuenta de que venimos de una pandemia donde un catarro ha sido más importante que un cáncer, entonces ahora lo que creo es que estamos un poco desbocados. Las muertes que supuso el Covid es terrible, además siempre a los mismos. Yo lo que pido es que se lo tomen enserio, porque yo pienso que se ha hecho tan familiar, que lo ven como el que tiene un catarro y esto no es un catarro. Luego quedan unas secuelas físicas que son horribles. Entre los tratamientos, los corticoides, el agotamiento, se caen las uñas de los pies, hormigueos. Esto no sale por los medios porque piensan que es otra cosa, pero esto es terrible.

¿Te encuentras fuerte?

Yo estoy “a tope de power”, me tengo que obligar, todo el rato. Siempre fui deportista y tengo la disciplina adquirida, para la comida, para la bebida… En cuanto al apetito tengo unos días y otros no, me hago unas trampas del copón. Se quita el hambre, pero con la cantidad de pastillas que tomo y el tratamiento intravenoso tengo que comer sí o sí, no me la puedo jugar. Antes de hacer la quimio te hacen una analítica, pero ¿y los órganos? Porque teniendo en cuenta que todo tiene que ser procesado por el hígado y los riñones, nos tendrían que hacer pruebas de eso también. Yo voy a hacer tres años ya, y es mucha “droga”. Yo me veo súper fuerte. El carácter lo hace todo, tú no puedes pensar que te puedes morir. Porque sí me moriré, pero igual que mi vecino. Hay que hacer lo que nos guste dentro de lo que se pueda. Es que si no es una angustia y es que además no lo digo yo, ya lo decían los filósofos antiguos: “el problema por el que nos preocupamos hoy, mañana no existe”. Yo ya me encuentro cada vez más personas que le echan los huevos ahí al asunto para salir, pero el susto es importante. Es un rollo de enfermedad.

¿Qué te gusta hacer a ti para distraerte?

A mí me gusta todo. Pintar, cantar, la música, pasear por el campo…, deporte no puedo hacer mucho porque estoy cansadísima, pero yo me daba unos paseos de alucinar y andaba en bicicleta y todo, pero ahora ya no. Me gusta mucho cocinar, por ejemplo. Cada uno tiene que hacer lo que le guste.

¿Cuántas veces tienes que ir al médico?

Voy cada dos semanas. Porque ya llevo dos años.  Ha sido muy duro. Tenemos medicación para pasar los efectos secundarios, pero no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

¿Cuándo te detectaron la metástasis en el cerebelo?

En junio. Estuve julio ingresada y en agosto ya me fui a casa. Me quedé sin movilidad y sin nada, entonces ahora he salido como que me quiero comer el mundo. Yo tosía muchísimo y cuanto más tosía, más me dolía la cabeza. Fui dos veces al Hospital y otras dos a San Francisco, en las dos me mandaron a casa con una lesión cervical, y luego ya me ingresaron en el Hospital porque fuimos por urgencias y me dejaron allí, porque yo ya no podía más. Entonces, bajó mi oncóloga y me dijo que había ocurrido lo de la metástasis en el cerebelo.

¿Cómo se encaja eso?

Cuando te dicen que tienes cáncer en un sitio, previamente te han quitado que sea metastásico. Entonces, cuando baja la oncóloga y me dice que tengo metástasis, te quieres morir, se pasa mal. Me trataron muy bien, me hicieron terapia en el cerebro y de momento estamos contentos, las pruebas hasta día de hoy van saliendo óptimas. Se trata de dormir al bicho, entonces yo hasta ahí puedo pensar.

Yo me pongo a pintar y digo ala, adiós. Encima la gente está respondiendo genial. Cada cuadro vale 50 euros.

Hacer lo que te gusta te hace desconectar, pero ¿qué significa para ti pintar esos lienzos?

Los lienzos los hago yo sola, ya habré hecho 25 o por ahí, y haciendo más. Ahora ya hasta me los piden. La gente está muy motivada y motivados, que también tengo clientes chicos. Y es muy guay, estoy pensando en cambiar de cuento porque a mí lo que más me importa es que la literatura clásica no se abandone. Que todos los niños sepan quién es El Principito, quien era Alicia, pero llego hasta donde llego, por las tardes tengo que descansar. A mis cuadros les pongo una leyenda y uno de los que más vendí era: “Más allá del dolor hay una estrella brillante”. Lo que no te puedes es abandonar, pero claro es que es una actitud. Hay que sacar una fuerza que a veces no se tiene, que alucinas. Yo digo que hasta donde lleguemos, porque si no me asusté al principio, ahora ya… si pude con uno, puedo con dos y con lo que me echen.

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