Que lleves una vida completamente normal y te digan que te tienen que operar de vida o muerte, con pocas posibilidades de sobrevivir, es muy duro. Pero más aún que, una vez que despiertas de la operación, te digan que en el transcurso de la misma has sufrido un ictus, y como consecuencia de ello, tienes paralizado medio cuerpo y media cara. Y por si fuera poco, que probablemente te quedes en silla de ruedas y casi no puedas hablar.
«No me he rendido nunca y me enfoco en mi recuperación»
Todos estos hechos tumbarían moralmente a cualquier persona y ni si quiera pondría en duda a los médicos y no intentaría andar sin silla. Pero aquí estoy después de 6 años luchando y esforzándome, no me he rendido nunca y soy una persona enfocada en mi recuperación.
Y daré charlas y presentación de mi libro contando la manera que use para no venirme abajo.
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@felipe_colino