El Programa de Protección Internacional (PPI) del Hospital San Juan de Dios de León, que financia el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha abierto un nuevo centro en la finca de los Salesianos denominada La Fontana, anexa a la parroquia San Antonio de Padua del barrio de Armunia. Un paso que supone la ampliación del proyecto -de 65 a 100 plazas para personas refugiadas- y, en consecuencia, del número de profesionales que forman parte de su equipo hasta los 40.
“Al margen de las once personas que estamos en atención directa y de los educadores y trabajadores sociales, así como de los orientadores laborales, profesoras de español y técnico de vivienda, hemos contratado personal de mantenimiento, limpieza y lavandería”
ha explicado Dolores Queiro, coordinadora de un Programa de Protección Internacional que en 2022 ha acompañado a 193 personas -133 adultas y 60 menores- de 24 nacionalidades distintas, frente a las 149 de 2021 y las 139 del año 2020 que han huido de sus países para proteger sus vidas. Entre ellas, personas refugiadas de Siria que “han llegado por la vía del reasentamiento”; de Haití, donde se está construyendo un muro en la frontera con República Dominicana; de Mali. un país de África Occidental donde los asesinatos han forzado los desplazamientos; y de Ucrania, donde la invasión de Rusia ha llevado a millones de ciudadanos a abandonar sus hogares.
Mayor implicación de la comunidad local
El centro, que tiene una superficie de 10.200 metros cuadrados, contará con un total de 70 plazas residenciales a las que se vendrán a sumar otras 30 repartidas en seis pisos, dos en San Andrés del Rabanedo y cuatro en León. “Esperamos que el proyecto consiga una mayor implicación de la comunidad local, que los vecinos participen en muchas de nuestras actividades y, de esta manera, conseguir una integración efectiva”, ha precisado Alicia Muñoz Fernández, trabajadora social de un programa que la Orden Hospitalaria también desarrolla en la Llar Sant Joan de Déu – Fundació Germà Tomàs Canet de Manresa, Ciempozuelos y el Centro San Juan de Dios de Valladolid.
“Hemos contratado a una persona con perfil socio comunitario para trabajar en aspectos relacionados con el ocio y la participación ciudadana”, ha señalado al respecto Queiro sin dejar pasar por alto que, en un futuro, “la idea es contar con un huerto urbano”. “Tenemos también una cancha de baloncesto, así como pistas de vóleibol y fútbol, una sala de televisión y usos múltiples, un salón de juegos con billar, futbolín, diana y mesa de ping pong, una biblioteca, dos aulas de idiomas y un comedor”, ha indicado Queiro sin olvidarse del “maravilloso teatro” con 164 plazas. En este sentido, el próximo 3 de enero, a las 18.00 horas, tendrá lugar el espectáculo ‘Alegría’ a cargo de La chistera mágica, cuyos magos -Olga Maslovska y Jorge Prieto- fueron los responsables del festival ‘San Andrés qué mágico es’. Un show donde el público, el principal protagonista, sentirá la magia de Navidad en sus manos.
El PPI tiene una duración de 18 meses y se estructura en dos fases: acogida temporal y preparación para la autonomía gracias al diseño de itinerarios personalizados de inserción sociolaboral. Además, cuenta con un grupo de mujeres y de personas LGTBI+ en el marco de “un espacio de seguridad donde abordar las problemáticas que afectan al colectivo desde un enfoque de género”.