FOMO, el miedo a perderse algo
Últimamente había oído hablar mucho del FOMO. El síndrome FOMO es el acrónimo en inglés de “miedo a perderse algo”. Se trata de la angustia de algunas personas usuarias de redes sociales por temor a perderse cosas importantes o no enterarse de información o eventos trascendentales. Es un miedo que provoca la sensación de exclusión social, que siempre ha existido, pero que se intensifica con las redes sociales.
Vivir una vida que no es la tuya
Es cierto que la pandemia y el tiempo de confinamiento, ayudó a que estar conectados a las redes sociales fuera la única manera de tener algún tipo de contacto con el exterior. Esa conexión se convirtió en algo tan fuerte que, en algunos casos, llegas a vivir la vida de los demás como si fuera la tuya propia. Tanto, que a veces cuesta distinguir la vida real de la vida de las redes sociales.
Vivimos en una sociedad en la que lo importante es estar continuamente experimentando, viajando, comprando… Yo diría que últimamente no importa tanto el tener cosas como hacer cosas. Las redes sociales se han llenado de personas viajando, montando en barco, viendo amaneceres en lugares idílicos, paseando por la playa, tirándose en paracaídas… Parece que si no te subes a esta ola, estás perdido porque tu vida no tiene nada interesante digno de enseñar en redes sociales.
Esto genera mucha frustración porque lo primero que hacemos es compararnos. Estamos felices con nuestras vidas y con lo que hacemos, pero es abrir las redes sociales e invadirnos de sentimientos de inferioridad, frustración, incluso llegando a experimentar cierta ansiedad. Esta sensación viene provocada porque al estar conectados a través de las redes sociales, sentimos que todos pertenecemos al mismo grupo. En cambio, nuestra vida no se parece en nada a la de los demás. Así es como nos invaden los sentimientos de soledad, aislamiento, baja autoestima y tristeza.
Lo que no somos capaces de ver es que las vidas de esas personas no son tan idílicas como muestran. También les pasan cosas y seguro que les costó mucho trabajo llegar donde están. No son personas especiales. Son personas como tú y como yo que, después de un largo camino, han podido diseñar la vida que ellos quieren. Pero eso no quiere decir que su vida sea perfecta y que no tengan problemas.