Podemos diferenciar dos tipos de distancia de frenado, la frenada normal y la frenada de emergencia. Como bien indican sus nombres la frenada normal es la que venimos utilizando en condiciones normales donde no influyen factores que se describen en este artículo y la frenada de emergencia es la que se produce en una situación de emergencia en la cual pisamos el pedal de freno a fondo aumentando la fuerza de frenado y reduciendo la distancia de frenado.
¿Cómo se calcula la distancia de frenado?
En una situación de frenada normal, para realizar este cálculo hay que multiplicar la velocidad al cuadrado y dividirlo entre 180 pero para una situación de frenada de emergencia sería ½ x(velocidad/10 x velocidad/10).
En la distancia de frenado, infieren varios factores, como la velocidad, el estado de la calzada, el estado de los neumáticos, la eficiencia de los frenos, la suspensión, la carga del vehículo y las condiciones ambientales.
La Velocidad:
La energía cinética es proporcional al cuadrado de la velocidad, lo cual significa que, para el doble de velocidad, la distancia de frenado se multiplica por cuatro. Esto quiere decir, que a mayor velocidad y/o carga, mayor será la distancia de frenado.
Estado de la calzada y las condiciones ambientales:
El estado de la carretera influye mucho en la distancia de frenado y aquí toman relevancia los fenómenos atmosféricos como la lluvia, heladas, nieve,…sin olvidarnos de las posibles manchas de aceite en las vías, baches,…Lo ideal sería una carretera bien asfaltada, con temperaturas medias y seca, pero es una utopía por lo tanto debemos prestar especial atención a las posibles inclemencias relacionadas y adaptar la velocidad a las variables.
Estado de los neumáticos:
Tenemos en el mercado diferentes tipos de neumáticos ya que cada vehículo precisa de unos definidos en la ficha técnica de cada vehículo, pero además de esto debemos tener en cuenta la existencia de los neumáticos de verano y de invierno, la profundidad del dibujo de los neumáticos que estamos usando, la presión de los neumáticos ya que a mayor presión mayor distancia, un mal alineado provoca un desgaste excesivo de los neumáticos provocando una perdida de estabilidad y aumentando la distancia de frenado.
Eficiencia de los frenos:
El sistema de frenado de nuestro vehículo, juega un papel esencial ya que de su estado depende la eficiencia o no de los mismos. Tanto los discos como las pastillas deberán estar en perfectas condiciones ya que al desgastarse por el uso disminuyen el coeficiente de fricción aumentando gravemente la distancia de frenado.
La suspensión:
Los amortiguadores son, un elemento que garantiza el control del conductor sobre el vehículo, unos amortiguadores en mal estado pueden aumentar la distancia de frenado hasta un 35%.
La carga del vehículo:
Aunque no nos hayamos parado a pensarlo, la carga del vehículo afecta a varios sistemas de seguridad pasiva del vehículo que influyen en la distancia de frenado ya que dependiendo de la colocación de la carga y del peso , tiene repercusión con el aumento de gasto de combustible, con la posible deformidad de los neumáticos o provocar que la banda de rodadura no contacte en su totalidad con el asfalto, con la amortiguación ya que dependiendo de su colocación puede afectar a la estabilidad y al control del vehículo.
Ante todo lo explicado en este breve artículo, creo que queda patente la importancia de mantener especial precaución con la distancia de frenado ya que de ello depende nuestra seguridad y la los otros usuarios de la vía.
Buen viaje.