El 31 de mayo es el Día Mundial Sin Tabaco, y la Asociación Española Contra el Cáncer hace visibles los efectos del consumo de esta sustancia para concienciar de su erradicación.
El tabaco produce cáncer en aquellos que fuman y también en los que respiran el humo del tabaco de otros. Hasta 16 tipos de cáncer están relacionados con el tabaco, es el causante de un tercio de todos los casos de cáncer y, sin embargo, nueve de cada diez fumadores activos fuma en presencia de menores (Estudio Espacios sin humo en España. ¿Dónde estamos? ¿Dónde queremos estar? del Observatorio de la AECC). Además, casi en la totalidad de espacios públicos frecuentados por niños hay restos de humo de tabaco en el ambiente: en el 95,1% de las terrazas, en el 78,2% de las entradas a locales de hostelería, en el 46% de los accesos a los centros escolares y en el 41% de los parques infantiles.
Ante una realidad en la que apenas el 22% de la población mayor de 15 años fuma y expone a
ese humo ambiental al 78% restante, y que sitúa a los menores en una situación de extrema
vulnerabilidad, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) reclama una ampliación de la
normativa antitabaco vigente para liberar de humo de tabaco aquellos espacios públicos donde
sea frecuente la presencia de menores. Alineándose con el Plan de Cáncer Europeo, la AECC
persigue así reducir la incidencia de fumadores en España para conseguir que para el año 2030
haya una generación libre de tabaco.
Los menores se encuentran ante una situación de especial inequidad, al no poder elegir
libremente respirar aire libre de humo de tabaco en los espacios públicos. Estos representan así
un colectivo especialmente vulnerable a la inhalación del humo ambiental pudiendo sufrir, tras
una exposición continuada, un 50% más de otitis, un 20% más de crisis asmáticas o un 30% más de infecciones respiratorias. Además, los niños y niñas expuestos al humo del tabaco durante la infancia tienen más riesgo de desarrollar cáncer y enfermedades cardiacas en la edad adulta que los no expuestos.
En el caso de los jóvenes, la normalización del tabaco, que aún persiste en nuestro entorno,
promueve que estos comiencen a fumar a una edad temprana (la edad media de inicio en el
consumo es de 14,1 años.)
En esta línea, con el objetivo estratégico de consolidar un entorno de equidad para prevenir el
cáncer y poniendo para ello un especial foco en la población menor de edad, la AECC plantea la
ampliación de la Ley Antitabaco cuando se cumple una década de su puesta en marcha.
Ramón Reyes, presidente de la AECC anunciaba que “como venimos alertando desde hace años
en la AECC, el tabaco provoca cáncer y mata. Pero el humo del tabaco también y no podemos
consentir que la población no tenga la opción de elegir si se expone o no. Es intolerable que, a
estas alturas, los niños y niñas de este país, los jóvenes, sufran las consecuencias del tabaco sin encenderse un cigarrillo y, por ello, hemos pedido a la ministra de Sanidad, que se actualice la Ley Antitabaco existente ampliándose los espacios libres de humo. De ese modo, estaremos
reduciendo la exposición de los menores a las más de 70 sustancias cancerígenas que contiene
el humo ambiental, además de evitar otras consecuencias físicas a corto plazo”.
Trabajo colaborativo por una generación más saludable
En una acción conjunta con la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) y con la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) a la que se han sumado también Asociaciones de Madres y Padres de
Alumnos (AMPAs) por todo el territorio nacional, la AECC establece una serie de ejes
estratégicos para la ampliación de la actual ley y hace hincapié en la importancia de consolidar
la vigilancia sistemática para su cumplimiento.
Pedro Caballero, presidente de la CONCAPA, reclama “en el Día Mundial Sin Tabaco, espacios
públicos sin humo del tabaco para nuestros hijos. CONCAPA y la AECC pedimos un refuerzo de la
legislación vigente para blindar como espacios sin humo del tabaco todas las zonas públicas donde exista presencia de menores para poder lograr una generación libre de tabaco”.
Para Leticia Cardenal, presidenta de la CEAPA, “resulta intolerable que los niños y niñas respiren humo de tabaco en cuatro de cada diez accesos a centros escolares y en un porcentaje similar de parques y, como padres y madres, tenemos la responsabilidad de educar con el ejemplo, de salvaguardarlos de ese humo nocivo y de impedir que vean el tabaquismo como una práctica normal”.
Esta acción conjunta es el punto de partida de una colaboración que continuará en el tiempo
entre las organizaciones de padres y madres de alumnos y la AECC en la que se trabaje con el
objetivo de construir una generación más concienciada con la salud y que cuente con mayores
opciones de elección saludables a medio y largo plazo.
Así, propone la extensión de los espacios sin humo de tabaco a todos los espacios públicos al
aire libre en los que pueda haber menores: las terrazas, instalaciones deportivas,
playas, etc, incrementando, de esta manera, la protección de la salud de los menores. Además,
la AECC defiende medidas como la subida de impuestos y el aumento del precio del producto
final; la disminución del atractivo de su empaquetado o la restricción de la publicidad de tabaco
en espacios digitales dirigidos a adolescentes y jóvenes, una disposición no prevista por la
normativa actual. Asimismo, la Asociación aboga por aumentar la concienciación y aplicar las
mismas restricciones sobre las nuevas formas de tabaco, nicotina y derivados -como cigarrillos
electrónicos o vapeadores-, cuya percepción de riesgo entre la población joven todavía es baja.
Más espacios sin humo, menos tabaquismo
El consumo de tabaco es el primer causante de enfermedad, invalidez y muerte evitable en
España. Así, entre los años 2010 y 2014 un total de 259.348 personas fallecieron por causas
relacionadas con el tabaco en nuestro país, estableciendo en 51.870 la media de muertes
anuales derivadas del consumo de esta sustancia. El tabaco representa así una de las principales amenazas para la salud pública a nivel global, provocando la muerte directa o indirecta de la mitad de las personas fumadoras y situándose como la causa principal del 90% de las muertes por cáncer de pulmón.
A pesar de esta realidad, el 22% de la población española comprendida entre los 15 y los 64 años -un total de 8,6 millones- fuma diariamente y, solo en el año 2019, 340.000 personas pasaron a engrosar las estadísticas de fumadores activos. De este modo, si bien este colectivo de fumadores activos es el principal receptor del humo del tabaco, el 78% de población restante también se ve expuesta a sus efectos nocivos a raíz, esencialmente, del humo ambiental que permanece en el aire al encender un cigarrillo. Así, una de cada ocho personas que fallecen a causa del tabaco en el mundo, nunca ha fumado activamente.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la AECC reivindica así la ampliación de los espacios sin
humo como vía esencial para la reducción del tabaquismo y como único medio probado para
garantizar la protección de la ciudadanía frente a los efectos nocivos del humo
ambiental. Prestando una especial atención a la vulnerabilidad de los menores de edad ante
esta problemática, la Asociación hace un llamamiento generalizado a la sociedad española para
que todos los niños y niñas del país puedan respirar aire libre de humo de tabaco hoy para
preservar su salud en el futuro.