Color…. Que palabra tan netamente visual, y que importante es para ciertos aspectos de la vida.

Color según los físicos estos tan intelectuales y que tantas lecciones magistrales dan sobre las propiedades de la materia, es una de estas, que los objetos poseen al entrar en contacto con la luz.

Eso es el color, ni más ni menos, queridos lectores.

Preguntarse si una persona como yo, invidente desde los cinco años puede ver color, parece un tanto irracional y hasta inverosímil, dependiendo claro, a quien se lo plantees.

Siempre he pensado, amada gente, que precisamente es la única propiedad que me pierdo de ver de los objetos, y a la vez, es la que más veo.

Debe de ser eso, que mis ideas son un tanto…. Retorcidas y complejas, como mi propio ser.

Pero lo cierto, por encima de dilemas físicos o anatómicos, yo, gente amada, si veo el color, y es más, me sirve para ver, valga la redundancia.

Recuerdo con tanta nitidez los colores y sus matices, a pesar del momento tan prematuro en que perdí mi visión ocular, que a veces, hasta me asusto de la seguridad que tengo en tal recuerdo.

Imaginaos, queridos lectores, que mañana mismo que sé yo, un cerdito de una granja, decide donarme sus ojos, y vuelvo a percibir el color, y me llevo un auténtico shock, al comprobar que mi recuerdo de rosa en realidad es azul, y el amarillo, más bien era el naranja.

Sería brutal…. Pero de verdad creo que sí, que mi recuerdo o más bien decir mi cerebro, no me traiciona.

Es más, cuando esa gente tan curiosa que me encanta y que me plantean preguntas de toda índole una tras otra, y me dicen con una mirada entre profunda y enigmática a ver como funciona mi mente, mi respuesta, siempre es la misma: como un collage, que superpone imágenes visuales almacenadas, a imágenes imaginadas presentes.

Así, ni más ni menos!

Entre los matices de esas imágenes que mi mente recuerda, están por suerte para mí, los colores, esos sin los que yo no podría vivir.

Todo tiene para mí que lucir de colores, colores intensos y vivos, que me hagan crearme una idea de dinamismo y apertura, de alegría y frescura propia de la juventud, y no hablo de la del cuerpo, sino de la del espíritu.

Toda mi ropa luce de colores, así como mis complementos, que ciertamente, no son pocos ni discretos. Pero como yo digo, ya que yo no miro a los demás, pues que ellos, lo hagan conmigo!

Si os digo, queridos lectores, que no tengo en mi armario ni una sola prenda de colores neutros totalmente, seguro que os quedáis con cara de poker.

Dicen muchos expertos en estilismo, cuyo arte no desestimo ni es mi intención en absoluto, que los colores negro y blanco son elegantes y combinan con todo. Pero yo, percibo que esos colores no van con mi personalidad, y siempre tienen que estar adornados por otros colores, para ser más perfectos.

Así que…. Amados estilistas, yo no iré bien combinada, pero el blanco o el negro, para mí no son.

Me decanto por los vivos, el fuxia mi favorito, y el azul turquesa también. El naranja, denotador de juventud y dinamismo también me hace, y el amarillo, algo más complejo y estridente, también me gusta mucho.

El violeta, con todos sus matices, cosa de mujeres esto último según algunos hombres dicen, es perfecto para simbolizar que nada es absoluto, y el verde, para mí no denota tanta tranquilidad como para casi todo el mundo, también es increíble como puede ir desde el verde hierba, hasta el verde pavo real, mucho más intenso y llamativo.

Y terminamos con el rojo, que no es uno de mis favoritos, por el sentido tan clásico que para mí tiene. Sin embargo hay tonalidades de rojo, que me describen y que mi cerebro se encarga de interpretar, que también me gustan, como el rojo fuego mezcla entre rojo y naranja, o el rojo fresa, mezcla entre el rosa y rojo puro.

Así pues, amada gente, ya sabéis que por lo menos yo veo color, y además, en tres dimensiones, se podría decir.

Para mí no existiría la alegría sin color, y una de mis frases o citas preferidas sacadas de mi imaginación, dice algo así como “pónle a tu vida color, y todo te irá mucho mejor!”.

Así, tal cual! No tengas miedo llevar colores en tu vestimenta, ni en tus accesorios, tan solo por pánico al ridículo, porque como yo digo, el ridículo era verde, y lo comió una vaca hambrienta de una frondosa pradera! Así que… viste con color, porque el color es vida, es juventud, es… color!!!

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