Evadirse es una actitud tan humana, como el deseo de planes futuros, el pensar en los dilemas existenciales, o el conocer por decir algo, los secretos de la física cuántica.
Pero…. Hay formas de evadirse tan variopintas y poco adaptativas, que rozan hasta con lo dañino, diría yo. Todo ofrece una posibilidad digamos mejor o peor, todo depende de lo que tú aceptes.
Una de estas formas de evasión puede ser leer un libro de autoayuda, llorar a lágrima viva con la escena final de la película de Titanic, o poner música atope y bailar, cosa que no sé si a vosotros, queridos lectores y lectoras, pero por lo menos a mí, me funciona bien!
Estas formas de evasión de una realidad que en ocasiones puede ser agobiante, son sanas, deseables, y hasta según algunos expertos, meramente humanas.
Pero el problema está en cuando la evasión, se convierte en destrucción y no solo para ti, sino para los demás.
Ha llegado aquí el plato fuerte de la cuestión. A quien no se le ha pasado por la cabeza alguna vez emborracharse para olvidar esa ruptura amorosa que tanto dolor provoca, o fumarse un canutete para irse directamente a los brazos del gran Morfeo y soñar con cosas chulas?
Es tan natural esta idea de volar, volar en sentido figurado, como lo es a veces, la actitud humana de negación de su propia realidad. Todas estas soluciones casi mágicas por cierto, no serían tan criticables a mi juicio, si no fuera porque en el cerebro, director de orquesta de todas las funciones humanas, provocan unos daños irreversibles y tan grandes, que para repararlos, si es que se puede, no es suficiente con todo el arte de la psicología y de la psiquiatría juntas.
Vivimos en una sociedad postmoderna, en la que la inmediatez y la imagen, parecen llenarlo todo con su aire de desenfado y con su carácter efímero. Y es aquí el tema…. Que en el cerebro, por suerte, no todo es tan efímero como la canción del verano, o el color de moda para el próximo otoño-invierno.
El cerebro, del que aún se conoce muy poco su funcionamiento por cierto, lo recuerda todo, y siempre está ahí, para decirte quien eres, quien has sido, y lo que has hecho mal y bien con él y solo con él…. Pero no te asustes, que él no es ningún juez, solo un trozo de carne tan perfecto, que logra que se pueda respirar, amar y hasta soñar.
Cierto es que la neurociencia ha mostrado, mediante investigaciones sesudas y bien hechas, que la regeneración neuronal es una realidad, y que no porque bebas un culito de chanpagne en nochevieja, se te van a morir mil neuronas y no volverán a vivir, como nos decían de pequeños para asustarnos. Se sabe que estos organismos celulares, madres de toda la química que regula nuestro comportamiento, se regeneran. Pero…. Digo yo, y digo bien… que necesidad de matarlas acudiendo a tan tóxicos métodos de diversión y evasión?
Soy invidente desde los cinco años, pero a veces, puedo imaginarme las caras con las que me mira la gente, sobre todo la de mi edad, que aún no es mucha por cierto, cuando les digo que jamás en mi vida me he emborrachado, y por descontado, nunca he probado ninguna sustancia psicoactiva, más allá de los chutes de quimio en el hospi….
Me hace gracia el tipo de argumentos, tan socorridos, para según yo, tratar de que vaya con el rebaño, pues es actitud humana el querer encajar en un grupo, sea al precio que sea.
Desde que quizá mis médicos también tomen drogas, pasando por las según ellos propiedades medicinales que tiene el cannavis, o yendo ya hasta lo supuestamente apetecible, como que por ejemplo, “por una borrachera, Sara, todos tenemos que pasar, pues hay cosas que hay que probar al menos una vez en la vida!”.
Yo me quedo con una sensación, tras oir todo esto, de que la gente intenta, viendo que ellos mismos están en el lodo, arrastrarte a ti también, para no estar solos. Vaya, como digo yo, para que probar emborracharse, si lo único que voy a obtener de ello es un bajón considerable a mi propina, y poco más? Porque… oye, aunque sean de mala calidad, las copas no es que estén muy baratas precisamente! O… aguantar una buena resaca al día siguiente? Con lo bien que se está disfrutando de lo que la vida ofrece, y ese día no vuelve!
Lo mejor es ser natural, y si faltan habilidades para acercarte a esa mujer que tanto te gusta, o a ese chico con el que sueñas todas las noches, trata de conocerte a ti mismo para lograrlo, y no hacerlo a cualquier precio, recurriendo a métodos que al igual que muchas cosas ahora, son de usar y tirar.
Eso por no hablar del incontable número de daños que a nivel nervioso produce todo esto…. Daños que en muchos casos, son completamente irreversibles, y no solo te afectarán a ti, sino a todo tu entorno, destruyendo tus relaciones, y tu personalidad, esa de la que tanto reniegas, solo por no ser como la de la mayoría.
Las cosas hay que pensárselas antes de hacerlas, y aunque es verdad que como este momento no habrá otro y hay que disfrutarlo al máximo, también es cierto que no merece la pena para ello, recurrir a las drogas, esas que te meten en un laberinto, del que quizá, nunca halles la salida.
Infórmate bien antes de dañar tu cuerpo, porque él, vivirá siempre contigo. Tú eres único, no necesitas las drogas para aparentar algo que no eres. Acéptate tal cual, y si algún problema tienes, somos millones de personas en el mundo dispuestas a escucharte.
Drogarte no es vivir, sino morir….!