Más del 50% de los fallecidos durante el año 2017 tuvieron lugar en carreteras convencionales, pero ante factores objetivos como la sinuosidad de la calzada o el doble sentido, la actitud del conductor continúa representando el mayor grado de peligrosidad.
Así, los factores que nos encontramos en los accidentes indican que en un 42 % existía presencia de alcohol o drogas, en un 36% distracción al volante, el sueño o el cansancio estuvo presente en un 22 % de los accidentes o una velocidad inadecuada en un 19%. Accidentes que con una actitud adecuada al volante en dichas vías podrían haberse evitado.
Pero entre todos los factores que tienen que ver con la actitud del conductor al volante, destaca una “pseudo técnica a la conducción” que consiste en ocupar parcialmente el carril contrario en las curvas, actitud que, a juzgar por lo que podemos encontrarnos en este tipo de vías, es una “técnica” en expansión.
Entre los argumentos que se ofrecen para realizar este tipo de conducción, se habla de eficiencia, aunque a juicio de expertos dicha conducción temeraria tendría más que ver con la premura del conductor o incluso con la confianza de conocer el trazado de la vía sin tener en cuenta que es una conducta ilegal.
Responsabilidad de los conductores
Que este modo de conducir, no se convierta en un estilo dependerá de la responsabilidad de los conductores. Encontrarse con un vehículo que invade el carril contrario provoca alarma en la vía y puede provocar maniobras evasivas por parte del infractor, y del conductor del vehículo contrario, situaciones que facilitan que el porcentaje de siniestros aumente consecuencia de una actitud errónea al volante.
Trazar una curva de forma eficiente, no es invadir el carril contrario. Es permitir al vehículo que se adapte a la velocidad óptima al sinuoso trazado y aumentar la velocidad cuando volvemos a calzada ventajosa, a una recta, o a una sinuosidad menos marcada. En definitiva, utilizar la inteligencia ante la conducción en tramos peligrosos, en lugar de tomas decisiones fáciles como ocupar ambos carriles por optimismo, confianza u otros factores, aunque ello sea una temeridad. Pensar que nadie va a venir de frente es una ruleta rusa en carretera.
Aprovechar la baja densidad de tráfico o los trazados rectos, para encender un cigarrillo, cambiar la música, ojear el gps, o comprobar el teléfono móvil no es tampoco la actitud adecuada. Planificar el viaje incluye que las acciones descritas están definidas antes de emprender el viaje, y la parada de descanso deberá contemplar dichas acciones. No durante la conducción ¿Cuántas veces debemos repetirlo para que se tengan en cuenta dichos consejos básicos?
El adelantamiento es sin duda la maniobra más peligrosa de la conducción
Por último, y por si estáis pensando que, invadir el carril contrario sobre todo es consecuencia de adelantamientos indebidos, valora este dato. El adelantamiento antirreglamentario sólo supuso el 10% de las invasiones de carril contrario, lo que indica que, aunque el adelantamiento es sin duda la maniobra más peligrosa de la conducción, no es la causa inicial de este tipo de accidentes. Así que, aún con la certeza de que no podemos tener todos los factores en cuenta, al menos no dejemos al azar o al optimismo, el hecho de poner en riesgo nuestra vida y la de los demás.