No hay fiesta que se precie sin fuegos artificiales. En cualquier evento deportivo o celebración importante como ocurre hoy en muchas partes de España para celebrar la noche de San Juan, los fuegos artificiales iluminan el cielo de colores con una exhibición de pirotecnia. Se convierten en una mezcla de luz, color y ruido para hacer de esta técnica un verdadero arte.
El origen de la pirotecnia
Los fuegos artificiales nacen en China, estallando por primera vez entre los años 600 y 900 d.C. Posteriormente llega a Europa, entrando por España, de manos de los árabes quienes utilizaban la pólvora para construir cohetes con fines militares. Desde aquel momento, la pólvora quedó ligada a lo militar y a la figura del artificiero. El artificiero era la persona encargada de preparar los espectáculos que se celebraban al final de una guerra, siempre que terminada en victoria, claro.
La mezcla perfecta de los alquimistas
El objetivo de la pirotecnia es que, al encenderse, produzca una reacción controlada de tipo explosivo que genere un resultado atractivo. Alquimistas y militares desarrollaron y probaron diferentes mezclas, pero siempre usando como oxidante el salitre y el nitrato de potasio.
Actualmente, la mezcla que se utiliza contiene combustible, un oxidante que proporciona el oxígeno para la combustión y cloruros de metal que son los que dan los diferentes colores.
Significado de los Fuegos Artificiales
Originalmente, fueron creados para espantar a los espíritus malignos. Soñar con muchos fuegos artificiales representa tu deseo de superarte y lograr tus metas. La buena noticia es que pronto lo conseguirás y solo debes disfrutar del camino.