El pilates es una disciplina que aporta numerosos beneficios al organismo tanto a nivel físico como psíquico.
Después de este tiempo de pandemia nos encontramos ante la necesidad de practicar ejercicio físico, quien lo realizó durante este período habrá obtenido los resultados deseados quien no lo haya hecho siempre está a tiempo de empezar. De todas formas, el estar confinado en casa puso ciertas limitaciones a la práctica deportiva (centros deportivos y gimnasios cerrados) llevando a las personas a tomar otras alternativas a la hora de la práctica de ejercicio.
¿Por qué practicar pilates? El pilates es un método terapéutico que trabaja desde la musculatura intrínseca fortaleciendo el suelo pélvico hasta la musculatura más superficial de nuestro cuerpo. Se fortalece la faja abdominal – lumbar cuidando lesiones de espalda tan comunes como hernias discales, lumbalgias o ciáticas.
¿Cómo fortalecemos el “core”? Mediante la activación del suelo pélvico y del abdomen (succionamos desde el esfínter hacia arriba y hundimos el ombligo hacia la columna); a su vez, mantenemos una posición neutra de la pelvis; y buscamos un alargamiento axial, creando espacios intervertebrales que facilitan los movimientos de torsión, flexión y extensión de la columna.
¿Es importante la respiración en pilates? Si, es fundamental, respiración intercostal inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Debemos ser conscientes de nuestra respiración para llevar a cabo una buena práctica a la vez que realizamos los ejercicios. Para finalizar recomiendo combinar la práctica de pilates con alguna actividad aeróbica y de trabajo de musculación.
“El cambio se produce a través del movimiento y el movimiento cura” Joseph Pilates