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Fundación ONCE, en colaboración con la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), han presentado una guía para lograr que bares y restaurantes sean accesibles para todos.

Bajo el título ‘¿Cómo gestionar la accesibilidad? Bares y restaurantes’, el documento recoge recomendaciones y consejos prácticos para conseguir que un bar, restaurante o cafetería sea accesible a más personas, incluyendo a quienes tienen una discapacidad, permanente o temporal, así como tener también en cuenta las posibles necesidades de las personas mayores.

Todo ello bajo la premisa recogida en el texto de que “ampliar el público objetivo, especializarse, innovar y trabajar nichos de negocio son estrategias que pueden traducirse en importantes ventajas competitivas”.

La presentación de la publicación tuvo lugar este jueves y contó con la presencia de Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE; José Luis Yzuel, presidente de CEHE, y Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del CERMI. Jesús Hernández, director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, fue el encargado de presentar la guía.

El documento, además de informar sobre el marco normativo vigente, ayuda a entender cuáles son las dificultades a las que se enfrenta la clientela con discapacidad cuando desea disfrutar del entorno y servicios que ofrece un establecimiento. En este sentido, ofrece información relevante para incrementar el nivel de accesibilidad tanto en las instalaciones como en los servicios y atención prestados.

Según explica, la accesibilidad no se limita a la supresión de barreras físicas, también tiene que ver con cuestiones como el acceso a los establecimientos, el diseño interior y exterior de sus espacios o el mobiliario. Otra cuestión a tener en cuenta es la necesidad de incluir criterios accesibles en los procesos de comunicación e información que permitan el consumo de la oferta en condiciones de seguridad y autonomía.

En este sentido, los impulsores de la Guía recalcan que “la accesibilidad es imprescindible para el 10% de la población, necesaria para el 40% y cómoda para el 100%”. “Se trata, por tanto, de que todas las personas puedan acceder, transitar, informarse, consumir y disfrutar de la experiencia en condiciones de igualdad, seguridad y autonomía”.

A modo de ejemplo, el texto plantea las recomendaciones que habría que tener en cuenta en el recorrido de un cliente, con o sin discapacidad, que decide acudir a un establecimiento. En primer lugar, si dispone de plazas de aparcamiento reservadas a personas con discapacidad próximas, cómo es el itinerario de acceso, la ubicación y la disposición de las terrazas y las puertas de acceso.

Una vez dentro del local, tener en cuenta el mobiliario y la disposición de mostradores y barras; la accesibilidad a la carta, la existencia de aseos adaptados, la atención adecuada al cliente y la formación del personal. También es importante que los sistemas de información y comunicación sean accesibles para todos, así como los sistemas de seguridad o de entretenimiento.

La guía también recoge una serie de medidas adicionales puestas en marcha en el contexto del Covid-19. Todas ellas han de ser accesibles a las personas con discapacidad, tanto en su posibilidad de acceso y uso, como en su conocimiento y comprensión.
Por último, el documento ofrece pautas para adaptar todo tipo de establecimientos y resolver dificultades como la existencia de escalones sueltos -con la instalación de rampas accesibles-; rebajar alguno de los tramos de la barra del bar; convertir dos pequeños aseos en uno adaptado y de uso mixto; utilizar la tecnología para el acceso a cartas y menús, o formar a los empleados en la atención al cliente con discapacidad.

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