La ingesta de alcohol provoca la secreción de endorfinas
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de California observó en humanos que alcohol produce la secreción de endorfinas en ciertas zonas del cerebro. Estas endorfinas producen las emociones positivas que experimenta la persona cuando está en estado de embriaguez. Por otro lado, estas emociones positivas son las que pueden llevar a la adicción.
Las endorfinas son las responsables de que «el alcohol hace que la gente se sienta bien», ya que estas sustancias funcionan como opiáceos.
El cerebro de las personas alcohólicas llega a modificarse
Este mismo estudio llegó a la conclusión de que esas emociones positivas producidas por la liberación de endorfinas en ciertas partes del cerebro, como en la corteza orbitofrontal, solo se incrementó en personas que beben de manera habitual. Esto es un indicador de que el cerebro de las personas alcohólicas llega a modificarse y encuentran más placentero el consumo.
A más cantidad de alcohol, menos materia gris
Otro estudio realizado en Reino Unido, determinó que el consumo de alcohol reduce la densidad de materia gris. Es decir, a mayor consumo de alcohol, menor densidad de materia gris.
Es por eso, que según los estudios, es coherente pensar que prácticamente todo el cerebro se ve afectado por el consumo bebidas alcohólicas. Estos resultados son un gran avance para mejorar la eficacia de las medicinas para tratar el alcoholismo y crear terapias más acertadas para la adicción al alcohol.